Valodia es el diminutivo o apócope de Vladimir en ruso. Así llamaban a Vladimir Roslik sus seres queridos y la gente de su comunidad.
Vladimir fue el último asesinado de la dictadura uruguaya, en 1984. Si es importante la memoria, para que horrores como éste que le segó la vida a Valodia no queden en la impunidad que finalmente da el olvido, no es menos importante reconocer lo que este hecho nos muestra en términos de tiempos, confianzas y procesos: el camino hacia la libertad y la autodeterminación, hacia la equidad y la libertad es de lucha constante, sin tregua, en todos los momentos.
Uno y otro de los costados de esta moneda fueron honrados el pasado 30 de octubre con la entrega de los Premos Vladimir Roslik en su primera edición a 31 servicios de salud rurales del Uruguay que alcanzaron los estándares evaluados de buenas prácticas en salud rural.
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