Joaquín |
La Escuela 176 caminaba orgullosa por el borde de la Ruta 6, con su cartel en alto. Estacioné en el Correo y crucé la calle a pie mientras niños y maestras, los primeros en llegar, arribaban al sitio, resguardado el cruce por una moto que cortaba el tránsito. Divisé enseguida a Virginia. Más gente se sumaba y comenzaba a fluir en forma sincronizada. El viernes 27 de setiembre, a las nueve, nos dimos cita en la Escuela Militar de Toledo. Nos había convocado allí la gente de la Policlínica Mano con Mano, servicio del primer nivel de asse, integrante de la UDA Canelones la Este. El sol, el viento y la música, alejaban la prisa. El color de la mañana aumentaba minuto a minuto.
De todas partes fueron llegando niños, adolescentes y adultos, uniformados y no: las escuelas públicas, el jardín de infantes, el colegio, el CECAP, la Facultad de Medicina (cbcc 1), los militares. No faltaron las autoridades: Marcelo Sosa, del Directorio de asse, Ignacio Ascione, sub-Director de la UE 050 de asse, Claudia López y Maira Castro, Directora y Adjunta del Primer nivel en la UE 050 (asse Canelones Este). Una joven le pasaba delineador de ojos en el párpado inferior a un compañero que llevaba varios piercings, un joven militar operaba la música, otro joven vestido con remera y una muñequera color verde, amarillo y rojo había llegado en bicicleta y dialogaba con él, dos chicas rubias y jóvenes fueron las primeras en llegar de uniforme camuflado, una de ellas atiende el pedido de una maestra y se alejan juntas con un niño pequeño hacia el edificio principal de la Escuela Militar, otro pequeñito de 3 o 4 años con delantal amarillo bailaba en break dance por cuenta suya y de la música que ocupaba todos los intersticios.
El maestro de ceremonias no llegaba. Es que estaba en el aeropuerto de Carrasco, donde se habían ido varios, para volar desde allí en un "caza" con el fin de lanzarse en paracaídas para el cierre de la fiesta. Así que asumió la tarea de anfitrión Daniel Ubal, Jefe del Departamento de Instrucción de la Escuela Militar, y "socio" principal en la organización de la Semana del Corazón coordinada por la policlínica Mano con Mano, Virginia Cozzolino es médica de familia y comunitaria y responsable de Mano con Mano. Integrante de la UDA Canelones al Este, recibe estudiantes de todos los ciclos del nuevo plan de estudios de la Facultad de Medicina, y también del viejo Plan 1968 que ya se extingue. Día a día trabaja con el notable equipo de la policlínica no sólo por la salud de la comunidad, sino por mejorar el servicio de salud, el sistema nacional INTEGRADO de salud y los nuevos procesos de enseñanza-aprendizaje de la medicina que impulsa nuestra Facultad de Medicina UDELAR. Hace poco más de un año les tocó asistir en la policlínica un parto de pretérmino y todo resultó muy bien, aunque no era el lugar para semejante circunstancia. El trabajo para el uso racional de la medicación, el adecuado control de las enfermedades crónicas, la gestión del servicio y la detección de las situaciones de violencia, además de las cotidianas infecciones respiratorias, los embarazos y los controles de salud en niños y adolescentes, son parte de la cotidianeidad del equipo. En el consultorio y en el territorio, haciendo diagnóstico y también tejiendo la red.
Paracaidista con la bandera de la policlínica Mano con Mano |
Daniel Ubal hizo la apertura, Virginia dio la bienvenida, contó de la emoción y el desborde vivido el día martes, cuando se hicieron presentes más de 900 niños de todas las escuelas, jardines y CAIF para la apertura de la semana con correcaminata y ensalada de frutas, y reconoció una a una las personas de la localidad que hicieron posible la semana entera: gente del equipo de la policlínica, maestras, directoras, usuarios, municipio. Sosa transmitió el saludo de las autoridades, y nosotros presentamos brevemente la investigación CESCAS y los resultados disponibles, generados cerquita de Toledo, en el Centro Cívico Salvador Allende, con población de Pando, Barros Blancos y Nicolich. Una niña y un niño leyeron dos textos redactados a propósito de la salud cardiovascular y vimos la representación del sistema circulatorio realizada por escolares con cintas y globos de color rojo y azul sobre el césped. Finalmente llegaron los paracaídas para poner más color y también la noción de que no sólo la tierra es un espacio conquistable.
La bajada del último paracaidista terminó sobre un árbol debido a la intensidad del viento, y una fractura de hombro quedó como saldo de una mañana que tuvo mucho de salud a pesar de esto, sobre todo para el corazón.
Las fotos de la jornada
La historia escrita por Lucas:
Tomando un camino hacia un corazón sano
En un lejano pueblo lejano en el sur, acontecía un velorio una víctima de un ataque al corazón, ya era la quinta persona en morir.
Pero un día llegó al pueblo un doctor que prometió al pueblo que iba a salvarlos de los ataques al corazón. Cuando se dio cuenta, la gente siempre comía cosas con grasa, fumaban todo el día. En la noche el doctor empezó a cultivar frutas y verduras, a la mañana siguiente les dijo a todos en el pueblo que comieran las frutas que había cultivado. Tomarían el camino hacia un corazón sano.
Algo qué surge necesario decir:
Como Virginia, son muchos los colegas de medicina familiar y comunitaria que están trabajando y haciendo esa "otra" medicina, la única medicina, la verdadera medicina, tan olvidada que admite ser llamada como "otra", por humanizada, por desmercantilizada, por colocar en el centro a las personas. Hace no tantos años, Canelones era un páramo en materia de salud y particularmente de atención primaria (honrosa excepción el Noreste y esa fuente que instaló allí Juan Carlos Macedo, de donde hemos bebido varios, y que sigue cual si fuera manantial). Son numerosos los procesos que confluyen hoy para que esta situación exista y siga cambiando para bien; pero una certeza es absoluta: el papel de la medicina familiar y comunitaria fue, es y será motor esencial de esa transformación que ya resulta irreversible.
La profundización de la reforma, la calidad del SNIS, la accesibilidad universal, en zonas urbanas y también rurales requiere, de modo ineludible, la generalización de la medicina familiar y comunitaria y su instalación en el corazón del Sistema Nacional Integrado de Salud, tanto en asse como en los efectores iamc y todos los demás efectores públicos.
Hacia allí vamos.
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